Cocina que gira en torno a un horno de leña centenario y los fogones de nuestra cocina, haciendo un recorrido por todas la etapas de nuestra familia desde que abrieron su primera taberna en 1956 hasta que inauguraron este restaurante en 1984.
Sutileza y elegancia en nuestros guisos y asados de corte tradicional. Cocinados en horno de leña con leña de encina. Nuestra intención es hacer una cocina tradicional afinada al máximo exponente, cocinada con leña de encina. Viajar en el tiempo en cada bocado de nuestra carta. Fuego, tiempo y pasión son nuestros elementos principales de nuestras vidas. Trabajamos solo 8 mesas al día entre las dos salas que tenemos, en un solo turno sin doblar mesas.
Entrar al Pedrusco es disfrutar y olvidarse durante un rato del mundo exterior. Es nuestro objetivo y filosofía de trabajo.
Antonio De Pedro
(Sala y Bodega)
Con tan solo 6 años el día de la inauguración del pedrusco tiré mi primera caña subido en una caja de coca cola, desde entonces y hoy en día esta casa es mi vida, me apasiona el mundo de los vinos, las armonías y como jugar con los platos que hace mi hermano dándole mi expresión a través de una copa de cristal.
Aprendí de mi padre y mi abuelo la humildad y la transparencia personal a la hora de tratar con el público.
Gonza de Pedro
( Chef )
Nací el mismo año y mes que mis padres inauguraban el Pedrusco, mayo de 1984, puedo decir que nací entre fogones. Conocí y probé los guisos de mis abuelas, vi a a mis abuelos trabajar el campo y la siembra. Aprendí toda la cocina de mi madre y trabajé con ella durante muchos años. Tuve el honor de trabajar con Mario Sandoval y sus hermanos en Coque y poseo la mejor herencia de mi padre “un horno de leña centenario”. He apostado por mantener la tradición que me enseñó mi madre y cocinarla en el horno de leña que me dejó mi padre, aportando mi cocina personal, mis gustos, mi locura por la búsqueda del mejor producto y hacerla, rica, sincera, transparente y sobre todo elegante. Esa es mi cocina y esa es mi alma en esta casa.
